La mejor opción para tu hardware: el renting informático
Una de las primeras verdades que aprendes en la vida es que hay cosas que duran y cosas que no. Una de las cosas que no duran en esta vida son los equipos informáticos. Lo que el año pasado era lo último en tecnología e innovación, el próximo año será el estándar del mercado y dentro de dos años estará obsoleto.
Esto aplica a casi todo lo relacionado con la informática, desde el software hasta el hardware. Parece que se ponen de acuerdo los unos y los otros. Esto no es así, todo ya está calculado y el tiempo de amortización de un equipo informático es, aproximadamente, 4 años. El desembolso necesario para actualizar o, peor aun, montar todo el parque informático de una empresa no es cosa de broma. Si te ves en esta situación debes estudiar con detenimiento qué te ofrece el renting de equipos informáticos en la actualidad.
¿En qué consiste el renting informático?
Básicamente, es un contrato entre las partes interesadas por el cual podemos disponer de todo el parque informático necesario para echar a andar una empresa. Desde impresoras a portátiles, pasando por servidores, equipos de red, etc. Nos ahorramos muchas cosas, como la instalación de los equipos, el mantenimiento (no suele estar incluido, pero se puede incluir) y un gran desembolso en los primeros días de la empresa.
No solo hay un ahorro de costes, sino que muchas veces el ahorro es en tiempo. No es necesario ir a comprar, ni lo es realizar la instalación de equipos. Tampoco hay gastos adicionales. Solo tenemos que pedir la configuración de los equipos que mejor se adapte y listo.
¿Qué beneficios trae consigo?
El primer gran beneficio es que no vas a tener que desembolsar una gran suma de dinero para alquilar los equipos. Esto hace que si estás poniendo en marcha una empresa, tengas mayor liquidez, ya que no te hace falta hacer una inversión más.
Realizar un contrato de alquiler de equipos informáticos es sencillo y no requiere la intervención de una notaría. Es como contratar un servicio más, como la luz, el agua o la conexión a Internet.
En caso de necesitar más equipos solo se añaden y listo. La otra opción es que no necesites tantos equipos, tan rápido como aumentar el número de equipos. Imagina que lo hubieras comprado.
Puedes renovar equipos cada menos tiempo en caso de necesitar más potencia o nuevas pantallas, por ejemplo. Es un servicio flexible que se adapta a las necesidades de cada empresa.
Disponen de servicio de mantenimiento, que en caso de contratarlo se añade como un extra más en la factura, no va aparte.
Pero lo mejor de todo es que todos los gastos son deducibles al 100 %, incluso si contratas el servicio de mantenimiento, ya que entra todo en el mismo concepto.
Finalmente, te agradará saber que los equipos no se acumulan en ninguna parte, es decir, no vas a perder una habitación llenándola de equipos antiguos y obsoletos. Cuando ya no necesites algo, se lo llevan y tienes un problema menos.
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